Síndrome post-vacacional

Se acabó lo que se daba. Hoy es jueves, mañana viernes, y el lunes a trabajar los que aún tengan trabajo. Así que nada de caras tristes ni síndrome pos-vacacional. De hecho, deberíamos ir con el síndrome pre-parado por si acabamos en paro, que nadie está libre de caer en las colas del Inem. ClaroSigue leyendo «Síndrome post-vacacional»

De fríos siberianos

Hay que ver lo exagerada que es la gente en Cádiz. Un poquito de viento siberiano, dos pingüinos en la Bahía y todo el mundo muerto de frío. Pues que quieren que les diga, pese a la instantánea que acabo de tomar con el móvil, me parece exagerado cargarse de abrigos, bufandas, guantes, gorros comoSigue leyendo «De fríos siberianos»

Estados de ánimo.

¡Vaya por Dios!, pero vaya de verdad. Estoy que no comprendo lo que me pasa, anodado y alucinado. Yo, que no tengo más enamorada que las tartas de Leonor, me encuentro como gordo fuera de pastelería ¿qué me ocurre?, se preguntarán. Pues sencillo, les respondo: que por más que trato de violentar mis textos, estosSigue leyendo «Estados de ánimo.»

De profesores.

Durante la carrera tuve todo tipo de profesores. Buenos, malos, regulares, alcoholizados, excéntricos y de toda corriente política, pero jamás tuve uno como el Dr. Devinder Sivia. Lastima, se trata de un tipo peculiar que, por cierto, se da un aíre a un conocido historiador gaditano especializado en Memoria Histórica. Personalmente me hubiera gustado tenerSigue leyendo «De profesores.»