El conde de Montesimios

-¡Quitádmelo!¡Quitádmelo! –gritaba Fat dando vueltas sobre sí mismo como un perro intentando morderse la cola -¿Qué es? ¿qué es? Los hombres se reían, viendo al capitán girar cual peonza hasta que el lento, pero impasible, movimiento terminó con el grueso capitán rebotando contra las tablas de cubierta. Bocarriba trataba de coger aire y recuperarse deSigue leyendo «El conde de Montesimios»

Síndrome post-vacacional

Se acabó lo que se daba. Hoy es jueves, mañana viernes, y el lunes a trabajar los que aún tengan trabajo. Así que nada de caras tristes ni síndrome pos-vacacional. De hecho, deberíamos ir con el síndrome pre-parado por si acabamos en paro, que nadie está libre de caer en las colas del Inem. ClaroSigue leyendo «Síndrome post-vacacional»

Las moscas — Serrat

Vosotras, las familiares,inevitables golosas;vosotras, moscas vulgares,me evocáis todas las cosas.¡Oh viejas moscas voracescomo abejas en abril,viejas moscas pertinacessobre mi calva infantil!¡Moscas del primer hastíoen el salón familiar,las claras tardes de estíoen que yo empecé a soñar!Y en la aborrecida escuela,raudas moscas divertidas,perseguidaspor amor de lo que vuela—que todo es volar—, sonoras,rebotando en los cristalesen losSigue leyendo «Las moscas — Serrat»

Nido de cuervos (VI)

El comisario Márquez estaba apoyado en la pared, en el edificio de enfrente a la iglesia. No puedo evitar mirar el callejón en el que había desaparecido Elena casi dos meses atrás. Luego recorrió la fachada del edificio: era barroca, o eso había oído. Con una gran torre de piedra culminada en un tejado aSigue leyendo «Nido de cuervos (VI)»

Combate Singular III

Dos minutos, dos angustiosos minutos durante los cuales Marco Antonio y lord Corba corrieron por cubierta cortando los cabos que unía a La Marabunta al galeón de Jappy. Dos minutos en los que Mutambo miraba por la borda angustiada esperando ver emerger la cabeza de su no-amado Borough. Dos minutos en el que la RubiaSigue leyendo «Combate Singular III»