Cádiz ha dado personajes singulares cuya historia y vida parece más sacada de las leyendas que de la propia realidad. Uno de esos es D. Pedro del Castillo de Milán, nacido sobre 1530 y que regenta el honorifico titulo de Regidor Perpetuo de la Ciudad. Don Pedro, que participó en la conquista de la Florida gastando su fortuna en la expedición salida de Cádiz en 1565 fue también hombre de acción.
Así queda reflejada en la encarnizada lucha que tuvo lugar en la hoy playa de Santa María, donde una galeota turca encalló y fue presa por un simpar grupo de gaditanos. Pero sin duda su mayor hazaña, esa que le convierte en parte integrante de la leyenda de esta ciudad, se produjo en 1596. Año de infausto recuerdo por el asedio sufrido de manos de la escuadra anglo-holandesa. Cuenta la leyenda, que don Pedro, viendo la cobardía del corregidor se lanzó al galope por las calles de Cádiz, contra el invasor, al grito de “¡Quien tenga celo del servicio de Dios, del Rey y de la Patria que me siga!”. Y no fueron pocos los que le siguieron, si bien él fue preso por los ingleses y enviado a Inglaterra hasta que, con 70 años, fue pagado su rescate. Volviendo a la ciudad en 1603. El grito, más propio de épocas más cercanas a nosotros que de los albores del XVII, nace sin duda de la mente de los cronistas, pero el hecho y el valor mostrado por Pedro del Castillo caló hondo en el imaginario colectivo gaditano y en 1855 la calle del Mesón Nuevo pasó a llamarse Castillo Milán. Aunque, en la práctica continuó con su viejo nombre, el mismo que hoy continua luciendo en el callejero de nuestra ciudad.
!Ay, como me gusta leerte historias sobre Cádiz, hay tantas y tantas que los gaditanos no conocemos, gracias Javi por ponerlas aquí. Por cierto, sigo reivindicando que vuelva a onda cádiz el programa el farol.
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Gracias Inés, yo también espero que vuelva el Farol algún día. Me lo pasaba genial preparando mis faroles
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