Permitidme hoy que utilice esta mi casa para algo absolutamente mundano: dar las gracias. A todos y cada uno de los componentes del coro «Los Cabrones», el llamado coro de Julio Pardo. Me hubiera gustado poder acercarme a cada uno de ellos, y darle un abrazo y las gracias cara a cara. A algunos los conozco personalmente, como a Luis, el primero que me comentó que pensaban en don Pedro para tipo de su coro. O a Alejandro Mendoza, al que conozco más por referencias familiares. Por supuesto a Julio Pardo, a Juan Lucena, a Antonio Rivas… pero también a todos y cada uno de los componentes.
Y quiero darle las gracias por haber estado conmigo en la presentación de «Lanza y Oro» y llenar con sus voces el patio de la Cárcel Vieja. Gracias por ese primer día en el que se levantó el telón del teatro Falla y la Besada tomó forma. Gracias por ponerme los vellos de punta con su majestad el tango.
Gracias por haber llevando la figura de Cabrón a tantos y tantos gaditanos.
Pero sobre todo, gracias por el cariño que habéis mostrado a don Pedro Cabrón.