Hoy justo hace 534 que a mi muy querido Pedro Cabrón le partieron la cara (literalmente) en la Batalla de San Bartolomé. Tal día como hoy, cuentan las crónicas, el bueno de Pedro habría comentado que no tenía miedo de «aquellas gentes desnudas» armadas con piedras; que esos jamás podrían vencerlo. Pero, a la altura del Risco Blanco, fueron sorprendidos por el ataque de los gomeros.
Viera y Clavijo, cuenta en su historia de las Canarias como Pedro de Algaba ordenó a Cabrón intentar un desembarco en Tirajana, desembarcando en la zona de Arguineguín sin problemas pero, cuando penetraron por el valle tratando de hacerse con el ganado, terminaron por meterse en la boca del lobo. El valle fue estrechándose hasta convertirse en un pequeño cañón que hacía dificultoso el transito. Los indígenas, comandados por el Faycán de Telde se lanzaron sobre los castellanos, provocando 22 muertes, más de 100 heridos y logrando casi 80 prisioneros. Pero, sobre todo, lograron que el temible Macho Cabrio tuviera que retirarse hasta los barcos y volver a Cádiz derrotado y herido.
Comenzaba a forjarse la historia del terrible y terrorífico Cabrón.
Javi Fornell 