Levantarte por la mañana, coger el Diario y leer que un equipo de fútbol va a pagar 99 millones de euros (más 10 millones anuales en sueldo) a un jugador, y estar a punto de morir atragantado. Eso, más o menos, es lo que me ha pasado esta mañana al leer que el fichaje de Bale por el Real Madrid se hace por esa ridícula cantidad. Un tercio de lo que costará el Segundo Puente gaditano (273 millones de euro). 99 millones con los que se podría, por ejemplo, hacer le nuevo hospital gaditano que la Junta ha paralizado por falta d fondos. O con los que, por ejemplo, se podría ayudar a organizaciones como Cáritas (que el año pasado presupuesto más de 150 millones para ayudar a las familias españolas a superar esta crisis maldita)
Pero no, el Real Madrid -como otros clubes de fútbol- parecen tener bula económica. Mientras cualquier mortal de a pie (no digamos una empresa) no tiene acceso a créditos financieros aun sin tener deuda. El Real Madrid, que asume públicamente tener una deuda financiara de 170 millones puede pagar 99 millones por un jugador.
Y esto no es más que otra gota de agua en el vaso del hastío futbolístico. La LFP (esto es, 1ª y 2ª división) debe a Hacienda 752 millones de euros. Pero ni Hacienda, ni los gobiernos respectivos hacen nada. Equipos como el Valencia o el Hércules se han convertido en «equipos públicos» al estar en manos de bancos nacionalizados (Bankia). El gran agujero se acrecienta si bajamos de categorías: la 2ªB es un cementerio de elefantes. Equipos venidos a menos con deudas abismales (Cádiz y Xerez son claros ejemplos).
Y uno se pregunta por qué no se toman medidas contra la deuda. Lo peor es que la respuesta me viene sola, y veo a Nerón quemando Roma y tocando la lira mientras los juegos se celebran en el circo. «El país arde, pero tenemos Liga», parecen pensar nuestros líderes para mirar a otro lado y exaltar una «Marca España» endeuda hasta las cejas.
Va siendo hora que la justicia trate a los clubes como a cualquier otra empresa. Pero para eso, también los aficionados tenemos algo que decir. Resulta lamentable ver que las manifestaciones más multitudinarias de los últimos tiempos hayan estado vinculadas al fútbol. Aun se recuerda la presión de sevilistas u vigueses para salvar al Sevilla y al Celta del descenso administrativo, y como lo consiguieron sentando precedente para lo que estaba por llegar.
Javi, estoy totalmente de acuerdo contigo. El fichaje de Bale y el comienzo de la liga es cómo decía Karl Marx, opio para el pueblo. Y con ello desaparecerán las cortinas de humo que ha habido durante este verano (caso Bretón, la polémica con Gibraltar, etc.) para desviar la atención pública de la mediocridad existente en nuestro gobierno. Sólo espero que la \»Marca España\» no nos deje como los más catetos de Europa, algo que parece cada vez más claro para nuestros vecinos.Un saludo,Nika
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Nerón fue el primero en usar las cortinas de humo mientras quemaba Roma. Pan y circo, Nika, pan y circo
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