Para colmo, parece que los guionistas creen que para que una ficción triunfe debe llegar a todos los segmentos de la población y sí en Aguila Roja tenemos niños insoportables, en Toledo teniamos a la parejita de moda con Maxi Iglesias como rompecorazones juvenil. Craso error. Si triunfan las series extranjeras es porque acuden a un público adulto, con tramas bien hiladas y con una ambientación excepcional. Porque no se rebajan a aceptar a rostros bonitos de nula capacidad interpretativa; porque tratan de respetar la historia que cuentan y no inventan si no es necesario hacerlo y, desde luego, no falsean las historias sin necesidad alguna como si ocurría con Toledo.
A vueltas con Toledo
Parece ser que Antena 3 da carpetazo a Toledo y no renueva la serie para una segunda temporada. Normal. La seríe ha ido perdiendo espectadores en su descenso a las tramas imposibles. Quienes acudimos a ver los primeros capítulos soñabamos con una cuidada ambientación y cierto rirgor histórico; y la serie ha ido descendiendo en nivel hasta atraer la maldición del Temple.
Desgraciadamente, en España, la ficción histórica parece no encontrar su lugar. Con una historia suficientemente rica para no necesitar de inventos, los guionistas buscan darle vueltas y revueltas para destrozar lo que no necesita ser tocado. Algo que ha pasado en Toledo y de lo que ya hablamos aquí hace semanas.
Personalmente lo siento, y mucho, por que deposité esperanzas en esta serie creyendo que, por una vez, las cosas se harían bien. No se han hecho y el resultado es claro: se acabó lo que se daba.