¿Se han preguntado alguna vez que sentido tiene estar conectado 24 horas a internet? Últimamente si me hago esa pregunta, tal vez porque paso demasiadas horas cerca de un ordenador. Demasiadas horas entrando en facebook, por ejemplo, o en twitter, o en linkedln me llevan a meditar mucho sobre nuestra existencia.
Nos hemos vinculado a un mundo irreal, ficticio y virtual, el que casi nada es lo que parece y todos ocultan algo. Desde una foto de perfil hasta nick esconden los complejos, miedos y vergüenzas de cada cual. Todos buscamos mostrar una cultura e inteligencia superior a la que poseemos, acudiendo a páginas de citas celebres o traductores para que nuestros textos rezumen snobismo. Pero, en el fondo, nunca sabremos qué dijo quien, y mucho menos quién era ese quien.
Y es que Internet ha transformado nuestra sociedad. Son muchas las buenas cosas que ha traído -¡que mejor que recuperar amistades pasadas o lograr mantenerlas vivas a pesar de la lejanía-. Y yo no hablaré mal de las riquezas y potencialidades de la red, pues he vivido en carne propia la experiencia de ser descubierto por una editorial, pero me da miedo que acabemos viviendo en un mundo virtual en el que los niños pierdan su infancia pegados a una maquina y no conozcan lo que es pegarle una patada a una piedra, caerse de la bici mil veces para volver a montarse, pasar las horas en la calle o en casa de algún amigo no haciendo más que no hacer nada.
Me da miedo que el mundo en el que crezcan mis sobrinos sea el de la generación tuenti, con vidas narradas y mostradas en redes sociales, pero que no lleguen jamás a conocer a sus amigos hasta el punto que cualquiera de nosotros hemos llegado a conocernos.
Me da miedo que la virtualidad nos convierta en esclavos de un teclado y de una vida falsa, vacía y triste.
\»Me Gusta\»
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Esa reflexión que has hecho Javi, nos la hacemos millones de personas que cada día nos sentamos ante un ordenador,éste invento al igual que otros a lo largo de la historia, tiene sus pros y sus contras, y como soy una persona positiva, quiero creer que tiene más ventajas que inconvenientes, siempre que no nos lleve al extremo de crearnos una dependencia. Además ete mundo virtual, jamás podrá sutituir una mirada, una caricia, un buen partido de futbol, baloncesto en vivo, el olor de un chuletón en una barbacoa, el sabor de un finito, el olor al mar de cadiz,¨y esa capacidad de crear del ser humano, que no Javi, que fuera miedos!!! lo que hay ahí fuera, en el mundo real, siempre será millones de veces mejor, que sentarnos aquí y viajar sin movernos de nuestro sillón oir éste mundo virtual. PD.- Se me olvidaba… y ese olorcillo del pescaíto en adobo a cómo que no se encuentra aquí?
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Bueno, cada generación tiene lo suyo, seguro que nuestros padres temían porque nosotros fueramos niños de videoconsolas y no de muñecas…
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El miedo no es a \»las nuevas tecnologías\» -ya he dicho muchas veces que son positivas- sino al abuso de ellas y al hecho de que muchos críos no saben jugar al fútbol si no es tras los mandos de una consola. Y no saben nada de sus amigos más que lo que muestran las fotos de sus perfiles.O, por ejemplo, cuando escucho a un niño de 10 años decir \»tengo un amigo en Munich\» con el que juego todos los días. Me da miedo que se pierda la amistad tal y como yo la concibo, que puede no ser la mejor forma y muchas veces también la vida real te hace creer ver amigos dónde no hay más que photoshop. Pero, al menos, nosotros teníamos un contacto con nuestros amigos que muchos niños de hoy no tienen y que puede ir a peor.
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