Me gustan los marqueses: el de Cáceres, el de Riscal, el de Salavarria, de Vizhoja, de Villamagna, de la Concordia, de Vargas, de Griñón, de Punta Larga, del Puerto, de Vargas, de Arviza, de Alella, del Mérito, de Monistrol, de Terán… hay tantos marqueses que uno no sabe cual elegir. Pero ahora hay otro marqués nuevo que viene a romper los gustos nobiliarios de todos, los míos y los de todo español que se precie. Ahora, el marqués que está de moda es el Marquesado de del Bosque, que digo yo que ya podría ser Marqués Del Bosque.
Y es que nuestro rey, tal vez por no ser menos que la reina Isabel, ha decidido dar el Marquesado de marras al entrenador del oro mundialista. Y yo que era feliz citando de carrerilla los marqueses arriba citados, ahora me veré obligado a cambiar mis hábitos, porque como español que soy debo saber y sabré que es el Del Bosque el marquesado más importante de este nuestro país. Porque al más puro estilo de los héroes medievales, con un puñado de hombres y en un lejano rincón del mundo, logró la mayor victoria lograda en siglos por tropas españolas. Tanto que el país se unió para gritar al unísono ese nuevo “Santiago y cierra España” que ahora se resume en “Yo soy español, español, español”
Así que, como un Jeromín cualquiera, también este exportero de fútbol, hoy deja de ser Vicentín para convertirse por mor a una gran victoria, en D. Vicente I, Marqués de Del Bosque.
Claro que, en el fondo, sigo prefiriendo cualquiera de los primeros… y es que siempre he preferido tomar unos vinos acompañado de unos buenos amigos, que eso de hacer deporte.