Si llevo tiempo sin pasar por aquí, se debe a que mi 2016 ha sido muy completo, pues lo comenzaba soltero, sin doctorado y como historiador, y lo termino con un cambio de estado civil y académico, pues en este año concluí mi tesis doctoral, el Master de Gestión Cultural y, para colmo de bienes, me casé y me fui a un largo viaje que terminó con mis huesos pisando el Templo Blanco de Chan Rai (Tailandia). Y todo unido ha provocado que no haya tenido mucho tiempo para pasar por este rincón, por más que me lo haya propuesto en infinidad de ocasiones.
Pero ahora, con otros proyectos personales en marcha y tras haber vuelto a sentarme frente al teclado para escribir, me encuentro en el punto ideal para volver. Una vuelta que será paulatina pero continua, para volver a hablar de Historia, de Cádiz, de sucesos reales ocurridos en mi infancia, de momentos ficticios que jamás pasaron más que en mi imaginación. De libros, de cine y televisión. De amigos y viajes… en definitiva, de todo lo que se me ocurra.
Y para comenzar la rutina de este blog, mañana volverá la sección que durante años ocupó los domingos: solo música. Y lo hará con algo que, para mi, ahora tiene mucho más significado que antes.
Sed felices, nos leemos en esta red.