Que de tiempo sin pasar por aquí. Quise retomarlo y llevarlo al día, pero las obligaciones laborales ya académicas me lanzaron por otros caminos que me alejaban del teclado del ordenador. O, al menos, para escribir por gusto en este pequeño rincón del ciberespacio.
Por eso, hoy vuelvo a pasar por aquí casi de puntillas, diciendo con la boca chica que volveré a dejar mis ideas, mis locuras, mis textos, algo de historia y mucho de sueños por cumplir. Pero que iré poco a poco, sin plantearme hacerlo a diario, porque el día a día que me espera ya no es el mismo de antes. Y no es que haya ido a peor ¡todo lo contrario! solo que ahora, en este preciso instante de agosto de 2016, debo recuperar los hábitos perdidos durante muchos (demasiados) años de investigación. Así, con la tesis doctoral y el master concluidos, puedo volver a los placeres mundanos: escribir, leer, ver series, cines,…
Y es que, echo la vista atrás, y este año ha sido poco productivo en el fomento de mis aficiones y casi se pueden contar con los dedos de las manos los libros leídos, y con los de una sola los disfrutados. Así que permitidme un par de listas, de esas que tanto me gustaban en otros tiempos, con el top five (toma anglicismo) de lo que más he disfrutado en estos 8 meses.
Libros:
1.- La I Guerra Mundial contada para escépticos. Eslava Galán demuestra sus dotes de novelista y te cuenta la IGM de forma distendida, amena y hasta divertida (si puede ser divertida una contienda como esa). Deseo de que caiga en mis manos La II Guerra Mundial para escépticos.
2.- Días de perros de Gilles Legardinier es un pequeño cuento, casi tragicómico en el que se habla de vida y vidas sin más moraleja que la de vivir. Divertido la mayor parte del tiempo, llegó a sacarme alguna carcajada pero, sobre todo, muchas reflexiones.
3.- Un Jardín al norte, de Boris Izaguirre, con algún pero, ha sido una de las mejores lecturas de este año. Historia y aventuras narrada magistralmente por el venezolano.
4.- La maniobra de la tortuga. Benito Olmo me ha reconciliado con la literatura negra después de mucho tiempo (salvando el caso de Una última cuestión, de Carmen Moreno, que no entra en el ranking este año). Y para colmo, se desarrolla en Cádiz.
5.- Sherlock Holmes y las sombras de Whitechapel en la que Carmen Moreno (sí, tenía que salir) une a Sherlock con Jack el Destripador en el Londres victoriano ¿se puede pedir más?
Series:
(Permitidme que obvie las obvias como son Juego de Tronos o The Walking Dead).
1.- Orange is the new black: Sí, ya sé que lleva 4 temporadas, pero aún así vuelve a estar en mi top five de series con una temporada que podría haber bajado y que, sin embargo, se me antoja mejor que las anteriores.
2.- Outlander: Escocia me ha ganado, me he vuelto jacobino y quiero ir a recorrer las tierras altas con un kilt y buscar castillos abandonados. Nada que decir salvo que ¡Por Dios! no lo veáis en español.
3.- Fear the walking Dead: en unos días (el 22 de agosto) comienza la segunda parte de la segunda temporada. Deseando ver como se las apañan en México. Si alguien esperaba una serie idéntica a su hermana mayor se habrá dado un chasco. Personajes carismáticos pero más humanos; ese México cargado de supersticiones y violencia, un grupo que no sabe que está pasando al inicio de la ¿pandemia?. Para mí, un fijo en mi calendario.
4.- Rumbo al Norte, serie española de Antena 3 que desapareció sin más y que, sin embargo, reconciliaba con la comedia española blanca (que no para todos los públicos) en el remake televisivo de la película del mismo (o similar) nombre. Como no, A3 la ha maltratado y nos hemos quedado sin saber nada más de sus personajes. No era una gran serie, pero si se dejaba ver.
5.- Stranger Thinks: la pongo la última, porque los últimos serán los primeros. ¿cómo definirla? ¡Vivan los 80! ¡Vivan los Goonies!