Hay canciones que jamás pasan de moda, que nunca deberíamos olvidar por lo que dicen, lo que cuentan, lo que enseñan. Y esta es una de ellas. Además, de ser una canción única y bellísima (se me permite la cursilería); de esas tristes que tanto me gustan y que forman parte un álbum personal que titulo «Para (no) cortase las venas» y en el que agrupo todas esas letras que, con la hermosura de la poesía y la música, cuentan tanto, con tono melancólico y que, sin embargo, en su desgarro vital rezuman vida.