No sé quién me dijo que el verano no es para ver cine. Pero será que yo soy raro por naturaleza, que el verano me parece uno de los mejores momentos para disfrutar de la pantalla gigante. Y eso hace que haya visto muchas películas, algunas muy buenas como Ahora me ves (Louis Leterrier), otras realmente aburridas como Los Pitufos 2 (es lo que tiene sobrinos pequeños), aunque no tan mala como Aviones (que no he llegado a ver, pero de la que muchos niños han llegado a irse en mitad de la sesión).
Y es que, el verano, tiene eso. Sorpresas cinematográficas acompañadas de auténticos pufos. Y entre ellos cine tipicamente veraniego, que solo busca un entretenimiento tranquilo. Y, sobre todo, muchas secuelas. Entre ellas, personalmente, me ha gustado Niños Grandes 2, que recuperaba a la vieja pandilla, ahora padres de familia asentados, que se ganan a sus hijos en una última fiesta antológica. Y otras que llegan a mejorar las originales, como Gru 2.
He de reconocer que alguna película me ha sorprendido, como «El Llanero Solitario», a la que fui pensando que era una nueva versión de Piratas del Caribe y me topé con una divertida película de acción. Algo similar a lo ocurrido con Kick-Ass 2 (recién estrenada) que si bien no viene a mostrar nada nuevo, se presenta igual de divertida que la primera entrega de estos super héroes mundanos.
Sin embargo, hay películas que es mejor obviar cuando lleguen a la cartelera, entre ellas «The End» que parte de una premisa que parece divertida «¿Qué pasaría si el fin del mundo llega en una fiesta cargada de estrellas de Hollywood?», pero que se convierte en chiste soez sobre otro, dejando de lado lo guiños cinefilos que debiera tener. O, tal vez, se deba a la traducción española.