Con esto del sindrome pre-vacacional ando como loco y sin pasar por aquí ni por ningún otro lugar. Una semana queda ya para irme a mi paraiso particular y antes hay que cerrar demasiadas cosas. Pero, lo único que no quiero cerrar y sin embargo medio abandono es este blog. Y es que ni tiempo he tenido para adaptar al formato blog los dos relatos que aparecen martes y miércoles y, me temo, tampoco habrá tiempo para el de mañana viernes. No hay problemas, demasiadas cosas tenemos encima los españoles para preocuparnos de tonterías como esas; ya volverán la semana que viene.
Mientras, yo, seguiré preparando paquetes de libros, ordenador, bañador y películas para pasar un verano maginficio en tierras hispanas, sin moverme mucho de casa y descansando para el final de este año y el inicio del siguiente y es que ya estamos en 2013 y, por fin, terminará este 2012 que tanto «calor» ha dado con el bicentenario y la crisis. Y en una semana estaré por fin, en mi Roche natal

(Se actualiza minuto a minuto con el estado de la playa)