Muchos creen que somos frikis extraños los que acudimos a una recreación. Otros pocos nos toman por actores, la realidad es que somo personas normales, con ganas de disfrutar y sin la vergüenza que atenaza a muchos. Este fin de semana, durante dos días, pude dar un salto al pasado y vivir ese momento histórico concreto. Durante dos días pude saltar al siglo XV disfrutando entre borrachos, barraganas, curas, soldados y señores de altura.
Dos días que se hacen inolvidables, al menos hasta que dentro de un mes vuelva a saltar al pasado gracias a eso llamado Recreación y que también comienza a funcionar en nuestro país.