Para todos esos gaditanos que están lejos de Cádiz, y para todos aquellos que algún día acabaran yéndose, hoy que estoy fuera por un rato, no puedo más que recordar la más hermosa letra escrita jamás sobre la
ciudad trimilenaria. Y, como para recordar, de donde viene Cádiz, mezcla de muchos que acabaron enamorados de esta tierra, fue escrita por un sevillano (Antonio Burgos) e inmortalizada por un granadino (Carlos Cano). Aquí, editada post-morten, con María Dolores Pradera.
- Desde que estuve, niña, en La Habana
- no se me puede olvidar
- tanto Cádiz ante mi ventana, Tacita lejana,
- aquella mañana pude contemplar…
- Las olas de la Caleta, que es plata quieta,
- rompían contra las rocas de aquel paseo
- que al bamboleo de aquellas bocas
- allí le llaman El Malecón…
- Había coches de caballos, que era por mayo,
- sonaban por la Alameda, por Puerta Tierra,
- y me traían, ay, tierra mía,
- desde mi Cádiz el mismo son…
- El son de los Puertos, dulzor de guayaba,
- calabazas, huertos…
- Aún pregunto quién me lo cantaba…
- Estribillo
- Que tengo un amor en La Habana
- y el otro en Andalucía,
- no te he visto yo a ti, tierra mía,
- más cerca que la mañana
- que apareció en mi ventana
- de La Habana colonial
- tó Cádiz, la Catedral, La Viña y El Mentidero…
- Y verán que no exagero
- si al cantar la habanera repito:
- La Habana es Cádiz con más negritos,
- Cádiz, La Habana con más salero.
- II
- Verán que tengo mi alma en La Habana
- no se me puede olvidar,
- canto un tango y es una habanera,
- la misma manera
- tan dulce y galana y el mismo compás.
- Por la parte del Caribe así se escribe
- cuando una canción de amores, canción tan rica,
- se la dedican los trovadores
- a una muchacha o a una ciudad…
- Y yo, Cádiz, te dedico y te lo explico
- por qué te canto este tango que sabe a mango,
- de esta manera esta habanera
- de piriñaca y de Carnaval…
- Son de chirigota, sabor de melaza,
- Guantánamo y Rota…