Hay hombres que para bien o para mal forman parte de la historia de un país y, sin duda, Manuel Fraga lo ha sido. Dirigente franquista se reconvirtió a la democracia y al frente de AP llevó a la derecha al poder de la mano de su delfín Aznar. Durante más de 16 años gobernó con mano ferrea Galicia y ayer, después de 89 años dijo adiós a este mundo.Y ha dejado muchas imágenes para el recuerdo, aunque yo siempre lo recordaré como el hombre que se bañó en Palomares.
Con él muere una parte de nuestra historia más negra y ya quedan pocos dirigentes de aquellos años en los que los españoles se mataron entre ellos. Quizá, cuando fallezca el último, podremos mirar al frente sin lastres.