Una de las primeras entradas de este blog hacía referencia a mi fobia por el inglés. 2 años y medio después, mañana vuelvo a examinarme en la lengua de la Pérfida Albión. Y no tanto porque me guste el lenguaje de Shakespeare como por la necesidad obligada de todo ser humano que se precie a entenderse con el resto de humanos. Y en nuestra humana inteligencia hemos decidido ponernos todos de acuerdo con el inglés, sin pensar que el alemán es lo que se llevará en el futuro -de hecho, sería el zulu si Merkel se lo propone-.
Y mañana, justo mañana, a las 4 de la tarde hora pre-taurina, tendré mi primer examen de inglés en 15 años, y el primero en general en 11, y, si les soy sincero, estoy de los nervios. No recordaba estar tan nervioso desde mi primera vez sobre la báscula de un endocrino.
Me perdonan, hoy no escribo nada más, mi inglés es muy pachanguero y me toca meterme con el vocabulario ¿como narices se dirá acojonado en guachinei?