Con esto de la lluvia poco se puede hacer, y como los amigos quedan en casas de amigos para beber, yantar y bailar y yo no puedo las dos primeras y no quiero la tercera, llevo dos días encerrado en casa -con las honrosas excepciones de ver Amanecer I, acudir a Carranza a pedir que boten a José González, y acudir hoy a votar-. Y ante eso, y como uno es raro amén de gordo, me ha dado por relerme el Tumbo de los Reyes Católicos y la IV Década de Alonso de Palencia. No por locura innata, sino por encontrarme otra vez sumido en la tesis y terminando el primer borrador de las relaciones de Cádiz con Canarias.
Y aquí, que en esta lectura de domingo mañana, me he topado con uno de esos textos que bien podrían ser aplicados hoy en día, pues decía así Alonso de Palencia:
Aunque se decía que estaba dispuesto el dinero para realizar rápidamente la expedición, llego tarde y tras muchos inconvenientes. Y es que no se tomaban las debidas precauciones con la rectitud que conviene a los reyes, sino que gota a gota y con roñosería lo iban soltando a la fuerza a través de las exacciones del dinero ajeno por los cobradores de impuesto.
Que podría rápidamente ser transmutado en:
Aunque se decía que estaba dispuesto el dinero para realizar rápidamente la obra, llego tarde y tras muchos inconvenientes. Y es que no se tomaban las debidas precauciones con la rectitud que conviene a los gobiernos, sino que gota a gota y con roñosería lo iban soltando a la fuerza a través de las exacciones del dinero ajeno por los cobradores de impuestos.
Demostrando que, pese a los casi 5 siglos transcurridos -Palencia hace referencia a la expedición de Juan de Frías a las Canarias en 1479-, nada hemos cambiado.