Hay cosas que no logro entender. Tal vez sea porque estoy vinculado a una ONGD de voluntarios en la que se trabaja con gran profesionalidad pero sin remuneración, pero no logro entender que grandes ONGs como Intermón o Ayuda en Acción se vean abocadas a un ERE –la primera ya realizada, la segunda caerá en estos días- cuando esto ocurre quiere decir que se ha “Profesionalizado” en exceso un sector que debe estar encaminado al desarrollo en los llamados países del Sur. Y eso, irremediablemente conlleva, que gran parte de lo recaudado con fines tan loables como ayudar al prójimo acaben sirviendo para sustentar empleos y empleados.
Y no seré yo el que niegue la necesidad de empleados en las ONGs, pero siempre dentro de un orden. ¿Qué imagen se crea ahora de las ONGs cuando escuchas que Intermón ha despedido a 150 trabajadores y que tiene 150 proyectos abiertos? Personalmente me da bastante que pensar, sobre todo cuando lo comparo con mi propia ONG y veo que tenemos 129 contratados, casi 5000 voluntarios activos y más de 700 proyectos abiertos en todo el mundo.
Algo está fallando en el mundo de la ONG, no es normal que organizaciones en cuya raíz está la solidaridad y el voluntariado terminen actuando como empresas porque ¿cuánto dinero del entregado por los donantes ha ido a proyectos y cuánto al pago de trabajadores? Y lo peor de todo, ¿por qué ahora y no hace un año o dos? Y la respuesta si la tengo más clara: dependencia del dinero público y, por tanto, existencia de esa “afiliación” ideológica con la mano que da de comer.
Y ese es otro gran problema para el mundo de la ONG pero, también, puede suponer una gran alegría. En estos tiempos de crisis, desgraciadamente, la ayuda al Desarrollo ha quedado en un segundo plano ante las acuciantes necesidades de nuestro propio país. Eso está haciendo que muchas ONGs que servían más para lucrar que para ayudar se encuentren sin fondos y, por tanto, terminen por desaparecer. Y también servirá para que otras muchas que nacen de la buena voluntad de las personas y que, por tanto, continuarán su lucha, puedan salir de este periodo con más o menos alegría (porque el desarrollo es llevar alegría y repartirla por el mundo)
Solo queda luchar por demostrar la transparencia de las ONGs y de su labor y explicar que aún somos necesarias y que, con ayuda de todos, lograremos cambiar el mundo.