El Meloco es un tipo juvenil, post-adolescente e incluso adolescente, pero que desconoce su calidad de tal –como todos- sigue la moda establecida por las factorías televisivas y no es raro verlo con el pelo cubriéndole el rostro. Es, además, un ser de cierto nivel social y, en muchas ocasiones, carente de educación y “saber estar” Habituado a ser el príncipe de su casa, se considera el rey fuera de ella y esa sangre azul que corre por sus venas le lleva a elevar el rostro en exceso. Tanto que se ve obligado a mirar por encima del hombro a cualquier otro ser que se sitúe en su entorno.
El Meloco, además, es un esclavo de la moda y termina uniformándose con los de su especie. Uniforme que varía dependiendo de la época del año o de la última serie televisiva de quinceañeros, sobre todo si en dicha serie aparece lo que tradicionalmente se ha dado en llamar “pijo”.
El Meloco no es un mal tipo, sólo hay que saberlo tratar. No tiene maldad, para ello debe tener inteligencia y ésta no suele ir acompañada del peinado Meloco. Es un tipo que, sin ser autóctono del litoral gaditano si tiene grande seguidores en la zona del Puerto y Jerez, y que recibe su nombre de un grupo de «moda» (ejem) portuense.