Esta noche queman a Momo. Que mala leche se gastan estos gaditanos. Ven a un dios y van por él, como si no hubiera nada mejor que hacer una caza de brujas con dioses gordos. Y, siendo sinceros, me asusta la cosa. Por que si queman a Momo que es el dios de la juerga, el cachondeo y el carnaval ¿qué no harán conmigo que soy serio y reputado? Así que he decidido que mejor me escondo, más, que estoy en los 32 y los 33 es mala edad para esto de la divinidad.
Además, como guardamos cierto parecido y los gaditanos son demasiado exagerados -¿pues no hay algunos que se creen dios?- son capaces de sacar las antorchas y prenderle fuego a todo lo que se salga de la norma, y ya me veo la pira montada en San Antonio con Momo, el Canijo, Julio Pardo y un servidor. Así que no, me quedo en casa, que si queman a ese gordito bonachón al que veneran en Uruguay y Alemania ¿qué no harán conmigo que soy gordito pero cabrón?