Que de tiempo transcurrido desde la última vez. Tiempo de silencios y risas; de llantos y gritos. Tiempo de vivir con amigos la muerte de la amistad. Días, semanas, horas y minutos transcurriendo con la parsimonia del penitente en busca de su penitencia.
Tiempo de letras y poesías. De canciones que susurran al oído y dedos que rasgas las cuerdas del alma al son de una guitarra. Tiempo de lunas inmensas y noches eternas. De calores veraniegos que acompasan nuestros pasos al sudor que recorre nuestra espalda.
Tiempo de irse.
Y tiempo de volver.