Con el inicio del año, miro atrás y echo una ojeada rápida a las series vistas en este 2011, que ha sido un grandísimo año para los seriofilos, así que permítanme una pequeña lista con los mejores que he visto el presente año:
10º.- Gran Hotel: al calor de Dowton Abbey, Antena 3 presentaba una serie histórica con un transfondo de intriga y, todo hay que decirlo, no lo ha hecho nada mal. Tanto las actuaciones, como la puesta en escena han estado a la altura aunque, nuevamente, la madurez interpretativa de Concha Velasco resalta sobre el resto. Es de agradecer que las televisiones españolas se impliquen en proyectos serios y de calidad, más viendo cómo anda en la actualidad la antigua factoría de ficción patria que era Tele5.
9.- The Walking Dead: Cae casi al último lugar de esta lista porque la segunda temporada ha supuesto un bajón respecto a la primera. Casi definitivo en muchos aspectos. Se ha ralentizado aunque nos haya dejado algunos momentos memorables; lo peor es que comienza a ser previsible y eso no será salvado ni por la huída a los infiernos que parece estar realizando Shane.
8.- ¿Qué fue de Jorge Sanz?: realmente estrenada en noviembre de 2010 la incluyo porque, personalmente, la he descubierto este mismo año. La serie, protagonizada por el propio Sanz, narra el presente ficticio de un actor que cumple con todos los tópicos del niño prodigio que termina como juguete roto. De la mano de David Trueba se ríen de nuestro cine y sus actores, pero lo hacen desde la tristeza y la melancolía de lo que pudo haber sido.
7º.- Dowton Abbey: La segunda temporada de la serie ha dejado un sabor agridulce. En apenas 10 capítulos se han ventilado todas las repercusiones que la I Guerra Mundial pudo tener en la familia Crawley; el especial de Navidad lo ha vuelto a elevar a la gran serie inglesa del año. La historia de los Condado de Grantham se basa en actuaciones sobrias pero bien asentadas y cuenta con la grandísima actuación de Maggie Smith (la condesa viuda), que pide a gritos un spin-off propio.
6º.- The Killing: Hay quien dice que la versión danesa es mejor, no lo dudo. Pero la adaptación americana –con la excepción de un capítulo- es mucho más que recomendable. Investigación criminal, tramas que se entremezclan y sorpresas hasta el final de la primera temporada, marcada por el pesimismo y el grisáceo clima de Seattle. Sin personajes carismáticos ni policías glamuroso la serie se hace coral y se enfrenta con fuerza a todas esas cargadas de mediáticos inspectores que funcionan por intuición casi divina.
5º.- Boss: drama político sobre el alcalde de Chicago que logra que, por fin, Kelsey Grammer se deshaga de Frasier. Cargado de dramatismo se centra en la lucha del alcalde Tom Kane por mantenerse en el poder pese a una grave enfermedad que parece pasar desapercibida para todos, incluyendo a su esposa y a sus colabodores más cercanos.
4º.- Homeland: posiblemente se convierta en el clásico del 2011 introduciéndonos en la vida de la agente Carrie Mathison y del sargento Brody reflexiona sobre el constante miedo a al-qaeda en Estados Unidos; pero sobre todo, una serie que se basa en personajes prefectamente construidos y creíbles.
3º.- Crematorio: Una serie española que merece todos los elogios del mundo y que, en caso de haber sido inglesa o americana, habría arrasado en nuestras pantallas. Pepe Sancho está absolutamente magnifico dando lo mejor de sí mismo para crear un personaje redondo en la adaptación de la novela Rafael Chirbes. Tramas políticas, corrupción urbanística y drama psicológico en la serie de Canal + que saltará muy pronto a la Sexta. Si no la habéis visto, estáis tardando.
2º.- Juego de Tronos: Bien podría ser la primera de la lista, pero le gana otra. Quizá porque la historia de George R. Martín sea tan increíblemente buena que era imposible cagarla. Aún así todos los fans de Canción de Hielo y Fuego estamos más que contentos con la adaptación, en la que destaca sobre todos los demás Peter Dinklage –al que no vamos a descubrir ahora-
1ª.- American Horror Story: Sin duda la serie revelación, al menos para mí, de este 2011. Nos ha llegado justo al final del curso y en silencio para dejarnos a una Jessica Lange maravillosa que se gana todos los elogios. Es una serie extraña, rara en muchos aspectos, pero que gana al espectador a base de miedos y de vueltas y revueltas –aunque sin caer en incongruencias-. Casi lo más recomendable del año.