Yo sé que no tengo muchos y a los que tengo me cuesta trabajo llamarlos amigos por que no todos son iguales. Y así, al final, he llegado a la conclusión que los amigos no existen, que la palabra amigo no es mas que un amplio saco en el que entra todo: conocidos, colegas, compañeros de clase, trabajo o borrachera, amigos de facebook y hasta twitteros. Pero esos, para mí, no son amigos. Ni siquiera aunque los viese cada día o hablará con ellos a diario lo serían, ya que un amigo de verdad es otra cosa: es una persona que aunque piense lo contrario que tú, te respeta,te lleva la contraria, te debate, discute, eleva la voz, te grita e insulta mientras tu haces exactamente lo mismo, y, finalmente, brinda a tu salud; un amigo es aquel que no pregunta que te pasa, lo sabe; aquel que te dice lo que piensa, aunque sepa que no te va a gustar, sobre cualquier cosa que crea importante para tí; aquel que no duda en darte las llaves de su casa mientras se despide de ti; aquel que se acuerda de tí cuando visita cualquer lugar, ve una película o escucha una canción porque conoce tus gustos o porque habéis vivido demasiadas cosas juntos para que una simple imagen te evoca; aquel que confía en ti, que se apoya en ti si necesita algo y en el que sabes que podrás apoyarte si te hiciera falta; un amigo es aquel al que no necesita decir gracias, porque no hace favores, comparte tus problemas, dudas y vivencias.
Definiciones imposibles
A veces es imposible con una sola palabra definir todo lo que conlleva ser algo concreto. Hay palabras vagas que al usarlas, según con que, pierden su sentido. Una de esas palabras es «amigo», ¡cuánta gente se muestra orgullosa de tener una gran cantidad de amigos!
Pero eso la palabra amigo, ahora corrompida en los muros de facebook, ya no define a esos que, de verdad, forman tu vida, de forma indivisible muchas veces, aunque pasen meses y años sin verlos, aunque uno sea tan vago para cuidarlos como yo. Esos que son otra cosa, tan diferente y particular, que cualquier definición es imposible.