No puede ser, maldita sea, yo pensaba que con esto del verano las neuronas volverían a su posición, que el descanso terminaría con mi caos y que la vida sería de color de rosa con tonos verdes en sus extremos. Pero nada, todo sigue igual. Sí hace menos de una semana perdí un día de la semana entre el resto de días y aún no logró comprender que ocurrió con el dichoso jueves y ¡peor aún! qué hice el día de marras. Y ahora, una nueva pifiada descomunal. Una semana llevó quejándome de que la televisión en la que veo la televisión a través de mi ordenador -por supuesto sin antena de televisión- no funcionaba y solo mostraba un canal. A dios gracias el del ordenador, pero que poco más podía hacer: ni jugar a la wii, ni a la ps3, ni ver -nuevamente- Los Pilares de la Tierra que me regalaron en mi cumpleaños y que comienza a estar gastado- ni ver el Caballero Oscuro en el Blue-ray ni nada de esas cosas que uno suele hacer. Tan solo el ordenador y nada más.
Pero he aquí que hoy mismo, en un momento de inspiración casi divina, me ha dado por volcar la pila y todo ha cambiado… pensaba que tendría que cambiar de monitor y lo que tengo que hacer es cambiar de neurona. Para que luego digan que Bola de Dragón no destrozaba la inteligencia.