El Cabeza era propenso a encontrarse con todos los líos del colegio aunque no los buscase. Y aquel día fue uno de esos días donde es mejor no asomarse a la barandilla de la escalera. Donde estábamos por cierto. Era en el edificio nuevo, el de “los mayores”, donde estaba la biblioteca del Colegio Guadalete y los cuatro grupos de tercero de BUP y COU. Nosotros estábamos en tercero y esperábamos pacientemente el momento de entrar en clase.-Le han escupido en la Cabeza….
-Killo, que te va a caer el muerto…- una voz, carraspeó a mi lado, D. Enrique, el profesor de matemáticas, nos miraba sin decir nada, indicándonos que saliéramos de allí. Tarde. El Padilla ya subía las escaleras.
-Bermudez- que así se llamaba mi amigo conileño- ¿Se puede saber porque lo ha hecho?
-No he hecho nada.
-Eso dice usted siempre
-No, es cierto, no ha hecho nada. Estaba aquí conmigo.
El Padilla me miró, como diciendo: “Señor Fornell, cállese que con usted no va la cosa”. A mi siempre me mandaban callar. Yo era el niño bueno de la clase, el que no se metía en líos. El que solo acompañaba a los otros. Pero está vez mi amigo no había hecho nada. No importó. Le expulsaron del colegio un día, mientras el verdadero autor del crimen se escondía como un cobarde.
Al Cabeza le daba igual, estaba acostumbrado a comerse todos los marrones. Aunque no siempre fuera culpa suya. No siempre, claro.
Hola ^^ perdona que no venga a verte tanto como me gustaría!bueno, hay otros relatos que me han gustado mucho más que éste. Espero que no te moleste. Se queda algo flojillo en comparación con los demás.un besazo!
Me gustaMe gusta
No me molesta… los carnavales son duros, jajaja.
Me gustaMe gusta
es verdad jajaj te invito a merendar ^^http://www.bittersweet.cl/images/galletas01.jpg
Me gustaMe gusta
ainsss… eso ha sido malvado.. que acabo de llegar del endocrino. Y los carnavales han sido mas duros de lo esperado.galletas, argggg….. (vease al gran Homer, babeando)pd… me encantan esas con la punta de chocolate. jajaja
Me gustaMe gusta