Y los muertos se levantaron

Robbel entró en la plaza vestido para luchar. Sus armas pendían de sus constados y su armadura, impoluta, brillaba a la luz de la luna. El guerrero se abría hueco entre una mar de gente que huían en dirección contraria. Por primera vez desde la gran guerra que asoló el reino, el drow portaba su yelmo alado y lo que los que se percataron comprendieron que la ciudad volvía a estar sumida en un peligro inigualable. Sin detenerse a hablar con nadie, corrió hacia el lupino, aquel que había tenido el valor de enfrentarse a Hathaltoy:
-No es Hathaltoy, Actaeon, no es Hathaltoy.

Actaeon lo miró, dudando de sus palabras pues sus ojos habían visto la verdad. Pero no era menos cierto que en el aura de aquel ser no había reconocido al prestigioso Príncipe.

-Ya están aquí. Necesitaré algo de apoyo para contenerlos– Dejo caer las palabras al viento, sin dirigirlas a nadie en concreto y siguió caminando hacia el tumulto, observando como Setsuna y Sha-ab ya corrían a su lado. Incluso Evincar, el ahora tabernero, parecía dispuesto para la guerra.

Observó al garou, segundos antes de que Setsuna pasase por su lado, y vio como desapareció instantáneamente, como si solo hubiese sido producto de una presencia omnipresencia.

Pero Actaeon apareció a unos metros del cementerio, no ya en su forma antropomorfa sino con su aterradora silueta lobezna. Un lobo de gran fuerza, de pelaje negro azabache, cuyas puntas finalizaban en ardientes tonos rojos y carmesí. Con unas fauces feroces de marfilados colmillos y ojos de matiz tan sangriento que casi no podían verse.

Comenzó a merodear el cementerio frikigardiense, comprobando la veracidad de las palabras de los humanos, y cuanto de necesario era que tomase su verdadera forma. Y descubrió que todo había comenzado. La guerra estaba dentro de la propia ciudad y los muertos campaban por las calles. Y entre ellos podían observarse nigromantes, y fuera de las murallas se escuchaban ruidos propios de los grandes ejércitos. Junto al lobo, un capitán con la librea de Ankber se preguntaba en voz alta como aquello podía ser posible, como habían llegado ¡tan pronto!…

Publicado por Javi Fornell

Historiador y novelista. Amante de las letras y de los libros. Guía turístico en la provincia de Cádiz y editor en Kaizen Editores

2 comentarios sobre “Y los muertos se levantaron

  1. Nos estafaste!!!…la semana pasada no publicaste, este sabado que paso deberian haber sido 10 y no 9!!! xDDDSiempre estoy, aunque no parezca, al tanto xDDCuidate Hat, y ya te envie el privado en frikigard, haber cuando continuas la partidaCuidate, un saludo! 😉

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