Ya ha llegado el verano. Oficialmente está a un tiro de piedra, extraoficialmente ya se ha abierto la temporada de playa y que me gusta, pardiez, tirarme en la arena antes de lanzarme al agua. Porque, tal vez por mi condición de hombre-foca, tiendo a sentarme un rato en la orilla, viendo a otros animalesSigue leyendo «Hombre-Foca»
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Otra de llamadas
Definitivamente mi número de teléfono está adscrito al surrealismo. Ya les he hablo en este mismo foro las llamadas de mi amigo Lacueva para contarme, a altas horas de la madrugada, su visita a Zaragoza o para preguntar por el nombre latino de algún fruto de la tierra. Pero la última llamada no la esperaba.Sigue leyendo «Otra de llamadas»
A los altares
No está bien, no señor. Mi divinidad había vuelto a caer a niveles terrenales en los últimos tiempos. Pero mis mortales fieles no desean ver de capa caída al único dios que aboga por la barbacoa dominical para reunir a sus seguidores, y han decidido elevar mi deidad a dónde merece. Y lo hacen comoSigue leyendo «A los altares»
¡Que seriedad la de ayer!
Ayer estuve demasiado serio y eso no puede ser, que luego algunos lectores habituales no terminan de leer lo escrito. Así que hoy seré breve, conciso y conspiratorio. Voy a conspirar contra los pollos. Y un poco contra San Google (¡cómo me odia ese maldito santo mediático! Claro, conoce mi divinidad y me tiene tirria).Sigue leyendo «¡Que seriedad la de ayer!»
Vale, vale, …
Está bien, está bien, no cerraré el chiringuito. No es necesario que nadie me amenace en el Facebook. Este blog ya es una parte de mí, no puedo evitarlo. Además, ya lo he dicho, cada sábado saldrá ese pequeño relato en el que los amigos se convierten en piratas caribeños. Aventuras blancas para todos losSigue leyendo «Vale, vale, …»
Después de esto, cierro el chiringuito
Después de hacer una comprobación rutinaria de como habían llegado tantos a mi blog buscando pollada y de aparecer en tercer lugar por debajo de una página porno y de Youtube, me veo en la obligación de cerrar el negocio. Nos vemos mañana.
La primavera la sangre altera
Es cierto. La primavera altera ánimos y estados. Entontece los sentidos y enfada al tranquilo. Y yo lo soy, un ser tranquilo, casi inalterable. Sonriente, monocorde y feliz con la vida que me toca. Independiente, singel, se dice ahora, y a mucha honra. Pero empiezo a hartarme. No puedo más. Esto tiene que llegar aSigue leyendo «La primavera la sangre altera»
Vergüenza
Es definitivo. La bolsita blanca que me dieron para condimentar la comida no es sal. Solo así se entiende los sucesos que me acaecen después del más o menos copioso almuerzo. Y hay cosas que se pueden pasar por alto, al fin y al cabo, a quién no le gusta charlar un rato con VladSigue leyendo «Vergüenza»
El niño mono
-¡Que niño más mono tienes! -No es mío, señora. -¡Ay!, que guapo eres… te pareces a tu papá. -¿Lo conoce?-le dije harto ya de los movimientos nerviosos del niño- Pues dígale que lo recoja. -Que sieso eres. Deberías tener cuidado con lo que dices delante de tu hijo. -¡NO ES MI HI-JO!- grité desesperado aSigue leyendo «El niño mono»
No gracias
Vaya por Dios, nunca mejor dicho. El Obispo de Cádiz tiene la extraña manía de ofrecerme trabajo cada vez que me ve. Claro que esa oferta conlleva el paso por el seminario y yo por el seminario solo paso si es para trabajar en la Biblioteca. Pero, últimamente las tácticas han cambiado. Ya no meSigue leyendo «No gracias»