Han vuelto, bajitos, chiquititos, siempre de cuadros rojos, o azules, o verdes. De la mano de alguien mayor: un abuelo, un tío, su padre o su madre. Felices, siempre felices. Contentos por ir o por venir del colegio. Riendo con sus amiguitos, de la misma estatura, con los mismos babis de los mismos colores. YSigue leyendo «¡Malditos relojes!»
Archivo de etiqueta: La dura vida del friki
¡Estos dioses envidiosos!
Vaya por Dios, o por mí, que en esto de la divinidad somos como en el escondite: “por todos mis compañeros y por mi primero”. Pero vaya por alguno de nosotros. Hay cosas que no deben ocurrir y se ve que San Google, ascendido a los altares virtuales pero no al Monte Saphon (que esSigue leyendo «¡Estos dioses envidiosos!»
Fisuras en la divinidad
Vaya, parece que mi divinidad está teniendo fisuras. Yo, ser perfecto donde los haya. Cierto que no la perfección que muchos aceptan como tal. Pero ya se sabe, todos los genios somos unos incomprendidos. Al igual que las mejoras científicas. Que se lo digan a Copérnico o a Galileo. Aunque en mi caso la mejoraSigue leyendo «Fisuras en la divinidad»
Yo ví uno
He visto uno. Lo prometo. Tuve que frotarme varios veces los ojos para asegurarme que era cierto. Pero sí. Estaba allí. Escondido entre dos cabinas de teléfono de esas modernas. Era bajito y rechoncho. Amarillo. Claro. Y vi otro a su lado. Verde. No me lo podía creer. Y menos aún cuando un chico seSigue leyendo «Yo ví uno»
De capa caída
Soy un dios de capa caída. Por más que lo intento no vuelo, y eso me obliga a usar algo tan mundano como el coche. Pero como en mi divinidad no notaba los cambios de temperatura, mi coche que no es mío porque no me hacia falta, no tiene aire. Acondicionado, se entiende. Pero, ay,Sigue leyendo «De capa caída»
Llamadas
Les he dicho muchas veces que soy dios, friki, sí, pero dios. Y un dios no debería temer a lo desconocido. Pero saben, ayer sentí miedo. Miedo de verdad. Del que hace que te tiemblen las canillas y se escape el «pipi». De ese miedo les hablo. Yo, que me reía de todos hablando delSigue leyendo «Llamadas»
Acalorado
Lo reconozco, últimamente ando acalorado. Mi rostro sonrojado y, a veces, hasta mi corazón acelerado. Y, además, ando ido. Como en una ensoñación continua. Atontado. Adormilado. ¿Será la primavera? me dicen algunos. No sé, puede ser, tal vez. Respondo yo. Pero lo cierto es que algo ha cambiado. Y juraría que yo no he sido.Sigue leyendo «Acalorado»
Nueva vida
Me siento cada día más estresado. No puedo vivir así. Tengo toda la vida planificada en los próximos años. Pero nadie cuenta conmigo, nadie me deja meter baza en el asunto. ¿No es mi vida? ¿Porqué no tengo voto en este entierro? que además, es el mío. Pero nada, por más que me oponga, noSigue leyendo «Nueva vida»
La conferencia
Ya saben que trabajo en una biblioteca. Un trabajo tranquilo, a veces demasiado, pero que en otras ocasiones provoca momentos dignos de ser contados. Y me temo que ayer fue uno de esos días. Un día que comenzó con el aviso de mi amigo –y compañero de edificio- Lacueva: -Quillo, que de pibones… no veasSigue leyendo «La conferencia»
Nuevos yacimientos
Me encontré con mi amigo en mitad de la calle. Venía riéndose solo y al verme me soltó un “todos los locos me tocan a mi”. Y, cuando le pregunté que le había pasado me contó una historia, esta: Estaba en el trabajo cuando la secretaria me dijo que tenía una visita. Había dejado laSigue leyendo «Nuevos yacimientos»