Definitivamente no puedo ser político. Sería, sin lugar a dudas, un Julián Muñoz con más clase y mejor gusto. Pero Julián Muñoz al fin y al cabo. Y se preguntaran porque lo sé. Pues lo sé y punto pero, además, este fin de semana se ha demostrado. Déjenme que les cuente un suceso acaecido enSigue leyendo «Yo soy Julián Muñoz»
Archivo de etiqueta: La dura vida del friki
Y el mundo cambió
Hoy es un día grande. Un día de esos que pasan a la Historia de la Humanidad. Porque tal día como hoy hace 31 años se produjo un hecho que cambio los tiempos para siempre. Dentro de miles de años se hablará de aquel 6 de diciembre de 1978 como el cambio de una era.Sigue leyendo «Y el mundo cambió»
De protestas y respuestas
Hoy he respondido. Ya sé que no debería hacerlo pero, a veces, uno no puede contenerse y salta. Y no lo hago pensando en hacer daño. No crean. Lo hago porque ante la insoportable insoportabilidad del ser, uno acaba saltando. Y hoy es de esos días en los que mi aguante y paciencia han llegadoSigue leyendo «De protestas y respuestas»
¡Musas y más musas!
¡Oh, tu!, musa literaria que vienes a mi regazo cada noche. Diosa andalusí de negros cabellos que acudes a mí, que me iluminas en las hastiadas noches de un verano que no termina de abrir la puerta al invierno. ¡Tú! que me muestras tu mirada a través de fotografías. ¡Tú! que provocas mi sonrisa cuandoSigue leyendo «¡Musas y más musas!»
Acoso divino
¡Re-yo! Yo, que soy dios y debo estar acostumbrado a la alabanza, me encuentro perplejo. Absolutamente. Mi divinidad, como la fuerza de Sansón, reside en mi barriga, igual que en sus pelos. Pero al contrario que a él, mi barriga no puede ser cortada sin acabar con mi persona humana ¿Y que dios sería siSigue leyendo «Acoso divino»
La cena de los Idiotas I
¡Repanochas! No pudo ser cierto lo vivido hace unos días. ¡Imposible, pardíez! Les juro que incluso miré debajo del mantel, por si allí se escondía ese maldito gabacho de Francis Veber. Pero no. Y las cámaras, ¡repámpanos, que bien escondidas! No fui capaz de dar con ellas en toda la noche. Y debían estar, claroSigue leyendo «La cena de los Idiotas I»
El harem
Vaya por mí. Estoy preocupado, mucho. Demasiado. Corren rumores de que tengo novia y hasta esposa. Yo, soltero por convicción y obligación. Por convicción porque no creo encontrar mi media sandia entre los mortales inferiores que pululan en mi entorno. Por obligación porque me debo a mis fieles y leales seguidores. Súbditos y creyentes deSigue leyendo «El harem»
Modelo para mi elegía funeraria
Saben, hoy, justo hoy, salgo para la India, a la provincia de Andhra Pradesh, a visitar proyectos de Manos Unidas. Pero me encuentro ante un grave aprieto y es que muchos de mis amigos, familiares y hasta conocidos, temen por mi vuelta. No importa que les asegure que no ocurrirá nada. Que ningún mal acechaSigue leyendo «Modelo para mi elegía funeraria»
Un día de esos
Saben esos días que de lo único que tienen ganas es de estar sentado en el sofá, viendo en la televisión cualquier programa sin profundidad, dejando de lado los libros, el ordenador, y todo lo demás. Pues ayer fue uno de esos. Desgraciadamente no pude hacer todo lo que hubiera querido y hoy tampoco podré.Sigue leyendo «Un día de esos»
Objeciones
¡Vaya por Dios!, por mi y por todos mis compañeros. Otra vez ha vuelto a ocurrir, pardiez y repardiez. Y me preocupa, no se crean. Me resulta muy preocupante. No por nada. Por todo. Me preocupa porque si mis propios amigos llaman preguntando por mi creciente estado de malestar psiquico ¿qué será de quienes noSigue leyendo «Objeciones»