La busqueda (XII)

Caminaban por el Puente de Carlos, hacía el Barrio Pequeño. Ni Jarque ni Echevarri desentonaban entre la multitud de turistas que caminaban por el lugar. Habían localizado el nuevo centro de actuación de Errante en la zona más rica de la ciudad. A la sombra del castillo, entre los callejones más cercanos al Moldava. -EsteSigue leyendo «La busqueda (XII)»

La busqueda (XI)

Una semana después Jarque ya se encontraba en condiciones de caminar. Echevarri había descubierto la morada de Errante y los dos hombres caminaban tranquilos por la Colón, hasta detenerse en un lujoso portal de una calle lateral. Entraron en la vivienda pidiéndole al portero que le abriese y, para sorpresa de Jarque, este lo hizo.Sigue leyendo «La busqueda (XI)»

La búsqueda (X)

Jarque miró a Echevarri con sorpresa. -¿Puedes repetir lo que has dicho?-Que la venganza nunca es una victoria.-¡Claro!.-¿Qué está claro?-¿Tu que harías si quisieras vengarte de tu peor enemigo y supieras que tiene una hija?-Tirarmela.-O matarla.-No creo que la matase pudiendo tirarmela, no sabes como está la hija de Gómez, es como Gabrielle.-¿Cómo quién?-La amigaSigue leyendo «La búsqueda (X)»

La busqueda (IX)

Dos días después, Jarque se encontraba mucho más recuperado y dispuesto a sentarse con Echevarri para explicarle los pasos que había dado para llegar hasta el Errante. -Entonces… ¿eres asiduo a ese puticlub? Yo nunca he ido de putas ¿es divertido?-Céntrate, Echevarri, no le contraté para conocer sus gustos sexuales- Manuel Vargas de Chancua seSigue leyendo «La busqueda (IX)»

La busqueda (VII)

Jarque intentó incorporarse en cama. Su lamento se unió al ruido de pasos en el pasillo y al grito de la enfermera. Echevarri portaba su arma e intentaba empujar la cama hacia la pared, mientras la enfermera comenzaba a llorar. -¡Maldita sea Jarque, tienes que levantarte!-No puedo, coño- logró balbucear en el mismo momento enSigue leyendo «La busqueda (VII)»