Riquezas reales

Hoy he vuelto a Roche. A sentarme en el porche de una parcela inundada. Disfrutando del sol con permiso de un cielo cubierto. He caminado por el pinar. Oliendo a hierba mojada, a tierra húmeda. Me he sentado en la arena de la playa, viendo el mar bravo protestar por el invierno. He soñado despierto con otros tiempos. Cuando nos sentábamos en grupo hablando de la semana vivida. He recorrido una a una las casas de mis amigos, ausentes. He recordado cada paso dado, durante tantos años juntos. Y al final he vuelto a casa, al porche, a ver la luna escaparse entre jirones esponjosos de nubes. Y la sonrisa ha espantado a la tristeza, a la melancolía. Están todos, escondidos en sus rincones adultos: Edimburgo, Paris, Madrid, Granada, Sevilla, Cádiz. No importa dónde estén. Estamos todos, cada uno sentado en el portal de nuestra casa, en la ventana abierta de nuestro ordenador y, de vez en cuando, nos acordamos de lo que somos, de quiénes fuimos. Y nos sentimos cerca de amigos que hace meses que no vemos, con los que hace tiempo que no hablamos.
Porque nuestra amistad siempre ha sido así. No fuimos amigos pegajosos, siameses casi. Somos y fuimos amigos demostrados en hechos y momentos, pero no necesitados de palabras vacuas. Amigos que forjamos nuestra amistad con el paso de los años, y cuando han pasado tantos la forja es tan fuerte que nada puede romperla. Ni nada la romperá. Sin importar dónde estemos ni cuanto tiempo pase.

Hoy soy feliz. Porque no hablo con mis amigos cada día, ni tan siquiera cada semana, y no me hace falta. Porque sé que mis amigos se cuentan con los dedos de las manos, pero su amistad no es cuantificable. Pero sobre todo soy feliz porque sé que soy rico. Alguien me ha dicho: la amistad no existe, yo no tengo ningún amigo, solo conocidos.

Yo tengo amigos y eso me hace el hombre más rico del mundo.

Publicado por Javi Fornell

Historiador y novelista. Amante de las letras y de los libros. Guía turístico en la provincia de Cádiz y editor en Kaizen Editores

Un comentario en “Riquezas reales

Deja un comentario