En la pasada Cuaresma, D. Antonio Ceballos, Obispo de Cádiz, escribió una Carta Pastoral en la que invitaba a los cristianos a donar parte de su sueldo a organizaciones caritativas. Hubo quiénes hablaron de cantos de sirena por parte del Obispo. Nada más lejos de la realidad. D. Antonio ha practicado con el ejemplo y ha donando el 10% de su sueldo a Cáritas.Se pueden decir muchas cosas del Obispo de Cádiz. Pero, quizá, la más importante, es que es un hombre bueno. Bueno de verdad. Quizá el cargo de Obispo parezca grande para una persona como él. Porque no parece un obispo. D. Antonio es más un cura de pueblo. De esos que siempre tiene un rato para escuchar a quien lo necesita. Que siempre tiene una sonrisa. Que siempre está dispuesto a dar. Y ahora, casi sin quererlo, ha dado mucho. Ha dado una lección a muchos, cristianos o no. Laicos o no. Jerarcas o no. Ya podrían aprender muchos cofrades que en estos días nos mostraran los nuevos estrenos de sus Hermandades y Cofradias.
Tal vez, con este gesto, D. Antonio haya hecho más por la Iglesia de Cádiz de lo que han hecho otros muchos en años. Por eso, desde este pequeño rincón: Gracias
Los cofrades se gastan demasiado dinero en ponerle oro a los pasos. que trabajen mñas por los pobre sy menos para su egocintrismo particular.son parte del mal de andalucia
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