Definitivamente, queridos lectores, este blog que tienen ante ustedes debe ser considerado dentro de la categoría de “blog friki”. Y no, no es que me haya vuelto cuerdo de repente y esté renegando de mis letras. Nada más lejos de mi intención. Simplemente que, efectivamente, este blog es lo que es. Además, está afirmación no la digo porque sí. La digo porque el gran dios de internet (Google) así me lo confirma.Pero a lo que iba, que me he ido. Que este blog que tiene ante usted es friki. Solo así se puede entender que introduciendo en el buscador universal “discurso para animar las tropas vampiros” usted llegué hasta aquí –como ha hecho alguno-, porque esta página sea de las primeras en aparecer. Pero que quieren que les diga, por un lado me asusta y por otro me halaga. Me halaga porque mi divino compañero Google reconoce mi divinidad, acrecienta mi ego y me sube en su ranking. Y me asusta por lo que puedan pensar de mí. Bueno, no. No me asusta porque si piensas mal de mí siempre podre arengar a mis tropas de vampiros contra ustedes. Y ya se sabe: el odio de un vampiro es eterno, pero siempre será menos peligroso que el del friki que les guía.