Me he ido dos días. Lo necesitaba. A encerrarme con mi libro, mis películas y mi chimenea. Así que este fin de semana os dejo música, algo para pensar y el relato ¡Lobos! -entre otras cosas para evitar que el viejo perro de Acta cruce el charco en mi búsqueda-. El lunes volveremos con renovados bríos y, espero, con menos locura. Que mis amigos empiezan a asustarse cuando les digo que hablo con viejos y difuntos reyes. O con militares que años ha caminaron por los pasillos de lo que hoy es mi trabajo.Y tampoco queremos que la gente vaya por ahí recomendándome psiquiatras. Bastante médico tengo ya con mi endocrino.
Que el fin de semana os sea leve y el Cádiz vuelva a la senda de la victoria el domingo.