He leído Crepúsculo. Sí. Lo he hecho. Después de ver la película, por cierto. Y he de decirles que me ha gustado. Puede resultar raro viniendo de mí. Yo, universitario y doctorando, medievalista, un ser serio y algo cabrón, leyendo literatura juvenil pero saben… hay vampiros. Y yo soy friki.Pero, además, el libro es bueno en sí. Se lee rápido y de forma amena, como no podría ser menos si quiere enganchar a un publico joven. Pero también puede llegar a los lectores no tan jovenes -o más viejos- y es que, como todo en esta vida, cualquier libro dejará una marca en el lector dependiendo de con que edad o en que circunstancias se lea y este libro es de esos. Porque, quien más quien menos, podrá reflejar ese primer amor compulsivo, veraniego a veces, que todos hemos tenido alguna vez. Ese amor que iba más allá y que siempre quedará en el corazón, sin importar el tiempo pasado ni como terminase. Porque, al fin y al cabo, el amor de Edward y Bella es eso: un primer amor, con toda la fuerza que este tiene.
Por cierto, y nuevamente, el libro supera a la película. Pese a que esta es muy cuidada con una imagen y una luz que la hace propia, que mete al espectador en aquel mundo nubloso y lluvioso donde Bella y Edward se conocen. Con un guión cuidado y muy fiel al libro, aunque se centra en la historia de amor y deja de lado otros aspectos que aparecen en el libro. Y, sobre todo, con una gran banda sonora que nos deja una de las melodías más hermosas del pasado año. La nana de piano que Edward toca para Bella, y que pueden escuchar ahí abajo.