Dicen que últimamente hace frío en Cádiz. Y debe ser así porque si pasean por nuestras hermosas calles verán a la gente abrigada. Con chalecos y chaquetones cerrados hasta arriba. Con bufandas, bragas, palestinos o pañuelos al cuello. Algunos incluso con guantes y gorros.– 1ª que estoy caliente, lo cual no es cierto y en caso de serlo no valdría de nada, porque un estado de ánimo no puede cambiar un estado físico. Por mucho que mi hermano el ermitaño diga que el frío es psicológico.
-2ª que el hecho de que sea una divinidad, me permite regular mi temperatura corporal a mi gusto. Sería posible, pero tanto ustedes como yo saben que eso no es cierto del todo. Soy un dios hecho hombre, padezco como los mortales.
-3º que mi estado natural es templado, ni frío ni calor, ni encabronado ni burlón perpetuo. Podría ser, para que engañarnos.
Pero en lo que nadie ha caído es en la verdadera razón: llevo un abrigo de grasa de foca natural incorporado irremediablemente a mí ser. Eso hace que tema el próximo invierno porque, como saben, me estoy deshaciendo poco a poco y la grasilla se va perdiéndose por conductos naturales. Tal vez, el año que viene no me miren raro por la calle, lo malo es que tendré que cargar con el abrigo.